UNA SALIDA SURREALISTA
A Salvador Dalí y todos los
surrealistas que ya se han trasformado en seres fantásticos y ahora son parte de sus
pinturas abstractas.
Algunas veces la realidad es tan
asombrosa que podríamos considerarla como algo que va más allá de lo fantástico
y nos atrapa en el misterio de una realidad asombrosa. El mismo Salvador Dalí
consideraba al surrealismo, no como una corriente artística más, sino como una cuestión ambigua sobre lo real y los
sueños, lo ficticio y lo verosímil, lo horroroso con la belleza y los miedos se
convertían en mera tranquilidad.
El surrealismo te atrapa y a su vez
te sumerge en la fantasía sacada de la realidad, que se trasforma algunas veces
en lo más increíble y extraño que puedas imaginar.
Y es que los escritores
surrealistas juegan con la realidad y muestran que lo surreal resulta increíble
y misterioso, ellos nos invitan a ser testigos de lo fantástico, a destapar
nuestro subconsciente y romper las fronteras de lo normal, asombrándonos de
nuestra capacidad creadora, simplemente nos convertimos otra vez en niños y
esto es el fruto sublime de la narraciones y la poesía surrealista.
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| Andre Breton |
He buscado la manera alejarme de la
absurda realidad que vivo a diario, me
dispuse a buscar una salida de escape, sin embargo he pasó mucho tiempo sin
encontrar alguna que satisficiera mi necesidad tan absurda. Un amigo, me dijo
que la única manera de escapar era la muerte, quizás tenga razón, pero no creo
que esa sea una buena expectativa. Buscando la solución durante toda la semana,
desde los libros filosóficos, hasta las más
extrañas substancias alucinógenas, no encontraba esa escapatoria tan deseada.
El cansancio llegó en todo mi cuerpo, sólo tenia las fuerzas necesarias para poner
en mi estéreo un CD, lo escogí a la zar, al darle play empezó a sonar la
magnifica y relajante música de blues, nada mas y nada menos que Pink Floyd,
con la tonada exquisita de Echoes,
valla que me relajo bastante, recostado sobre mi cama, saque un cigarro que guardaba
detrás de un poster enmicado de los Doors, lo prendí y empecé a fumar mientras
seguía escuchando la sublime música.
Creo que pasaron varios minutos,
horas, quizás días, no lo sé, pero creo que la música de Pink Floyd y el
cigarro estaban haciendo su efecto y me han trasportado a otra dimensión.
Fue agradable y mágico descanso
durante esa noche de junio, fumando aquel cigarrillo extraño y escuchando la
adictiva música psicodélica. Sedaron lentamente mi cerebro, mi cuerpo se quedo
estático mientras que mi mente se elevaba a otra dimensión plagada de utópicos
sueños frágiles que se quiebran al instante, dejando paso a otros sueños
extraños y estos van entretejiendo una telaraña repleta de fumadas escenas surrealistas.
Sorpresivamente llegó a mi mente una imagen extraña de una mujer con aspecto
paliforme, con patas de gallina, tentáculos de calamar, sus senos grandes y
desnudos, su cabellera de fideos muy larga que dos feos duendes van cargando a
manera de penitencia.
El rostro pálido por el sol, un largo y púbico bigote que
se mueve con el viento, sus desproporcionados labios sensuales para quienes
gustan de apasionados besos en el miembro sexual, un nariz con forma de gancho
siempre dispuesta para destapar una botella de cerveza, sus ojos azules
emanaron un destello violeta que me provocó una atracción fascinante por
tocarle el vientre transparente y cálido, donde guarda un pueril niño que
increíblemente tenía mis ojos, mis labios y mis orejas, incluso la misma
cicatriz que tengo en mi pecho en forma demedia luna, quise tocarlo pero
descubro que no estoy ahí, que solo fui un ente que admiraba confundido esa
imagen surrealista que proyectó mi relajado encéfalo.La mujer enigmática se desvaneció
lentamente en un humo azul emanando un olor a jazmín mientras iba pregonando
una oración en latín.
Perdí la noción del tiempo, pero no
importa porque creo que he encontrado la forma de escapar, Había estado esperando
la oportunidad de escapar de la realidad que me quemaba por dentro y me hacia
indefenso ante el cruel fantasma de la soledad, por fin puedo huir de mi
tormento. Me convertí en prisionero de mis miedos siempre custodiados por la
egoísta quimera de la confusión, siempre celosa y asechando mí libertad. Por
fin he rompido las cadenas que ataban mis sentimientos, quiero volar lejos y
formar un espacio fantástico, ser invisible ante el mundo, quiero crear una
pintura surrealista donde solo los hombres libres conozcamos la verdadera
interpretación.
Ya no necesito seguir buscando otra
forma de escapar de la realidad, solo me bastaría repetir la misma sensación de
esta noche fresca de junio acompañada de la sensual y delicada mujer convertida
en psicodelia, siempre bohemia y musa de mis distorsionados sueños.
Daniel O. R.

Me gustaría experimentar un viaje así.
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